El locomóvil, un tren de carretera

Tramo de enlace Sant Joan de les Abadesses - Olot (carretera)

La red de carreteras del país, a finales del siglo xix y durante los primeros años del siglo xx, era escasa, demasiado escasa para las necesidades de una economía en expansión. Para hacerse una idea de la situación en la que se encontraba, hay que saber que a mitad del siglo xix en Catalunya solo se habían construido 800 kilómetros de carreteras, mientras que a finales del siglo se había llegado a unos 4.000 km. La capacidad del Estado por resolver las limitaciones de la red de comunicaciones era muy limitada y los retrasos en la construcción de las nuevas vías descritas en los planos que redactaba el Ministerio de Fomento era muy considerable, debido a la carencia de un presupuesto suficiente para construirlas. Pero también como consecuencia de una legislación que determinó que la financiación y construcción de la red local de carreteras dependiera de la capacidad de cada municipio.

Consiguientemente, las obras de la carretera de Santa Coloma de Farners a Sant Joan de les Abadesses, por Olot, avanzaban lentamente. Desde 1880 se trabajaba en las rampas del puerto de Coubet. En 1883, el Ministerio de Fomento autorizaba la construcción de una carretera de tercer orden de Ripoll por Vallfogona y el puerto de Canes, «á empalmar con la carretera de Olot á San Juan de las Abadesas en el Coll de Cubet». A pesar de las noticias que hacen referencia a unas obras que no se acaban nunca, en 1900 la sección entre Olot y Sant Joan debía de estar casi terminada. La carretera resultaba un eje de comunicación en el cual tampoco faltaban los accidentes, en los que carros, carretas y tartanas se despeñaban con el resultado de viajeros heridos y de mercancías destartaladas.

Dificultad Mínima

Tipo de secreto Paisaje industrial

La Anónima de Transportes

El 5 de noviembre de 1907, un grupo de 27 industriales y comerciantes que representaban a las principales empresas de Olot constituyeron una sociedad de transportes de mercancías por medio de carruajes y locomóviles. En el consejo de administración de la nueva sociedad, Anónima de Transportes, se sentaban Casimir Plana, Francesc Pujol, Rossend Bohigas, Nenet Seguí, Lluís Aubert y Josep Castañer. Las funciones de director de la sociedad fueron asumidas por Francesc Pujadas. La compañía pretendía dar un salto adelante en cuanto a las capacidades de transporte de mercancías con la adquisición de un locomóvil a vapor. En un primer momento, adquirieron un tren articulado de la casa John Fowler & Co. de Leeds (Gran Bretaña), formado por una máquina tractora a vapor y tres vagones, que empezó a funcionar en 1908 con el número de matrícula Ge-18. Al año siguiente adquirían un segundo. Después del fracaso de los locomóviles, Anónima de Transportes continuó con el transporte de mercancías y en la década de los veinte adquirió sus primeros camiones con motor de combustión interna, que acabarían por arrinconar los grandes carros tirados por caballos. La compañía cesó definitivamente la actividad en 1983.

 

Locomóviles en La Garrotxa

El primer tractor de Anónima llegó a Olot, desmontado, la primera semana de junio de 1908. Después de montarlo y hacer algunas circulaciones de prueba, se consideró que «la solidez, soltura y precisión en el maniobrar hacen prever el éxito que tiene que tener dicho transporte».

El locomóvil de Anónima de Transportes no era una experiencia radicalmente nueva en la comarca. Entre Olot y Figueres circulaba uno que transportaba mercancías y personas. También, en septiembre de 1907, la compañía del ferrocarril Olot-Girona, con las obras paradas en Sant Feliu de Pallerols (el tren no llegó a Olot hasta 1912), había adquirido uno para garantizar la continuidad de la vía férrea con la capital de La Garrotxa.

En todos los casos, la vida de los trenes de carretera fue muy breve, de entre cuatro meses y dos años. Los accidentes eran frecuentes, algunos muy graves, por la combinación del difícil trazado y de las limitaciones mecánicas de los vehículos. Aun así, entonces la vida humana tenía un valor diferente del actual y no fueron los muertos ni los contusionados los que apartaron los locomóviles de esas carreteras de montaña, sino las pocas garantías que ofrecían a los capitales que se habían invertido en ellos.

 

Los tractores Fowler

En 1854 la Real Sociedad Agrícola de Inglaterra ofreció un premio de 500 libras a cualquier cultivador que les propusiera el método más eficiente para cultivar la tierra de manera rápida y eficaz, con el uso de la tecnología del vapor. Se presentaron numerosas propuestas, año tras año, sin que el jurado se pronunciara por ninguna de ellas. Finalmente, en 1858, la propuesta de John Fowler, un ingeniero agrícola nacido en Melksham (Wiltshire, Inglaterra), sorprendió a los jueces porque introducía una máquina que revolvía el suelo agrícola mejor y más rápidamente que las máquinas tiradas por caballos.

En Catalunya, muchos de los tractores Fowler no se importaron con fines agrícolas, sino para el transporte de personas y mercancías y para la construcción de presas para almacenar agua para los regadíos y para la producción de electricidad.

Los locomóviles que llegaron a Olot funcionaban a vapor. El mecanismo se componía de una caldera, que era el alma del dispositivo porque era donde se producía el vapor. La caldera, a su vez, se componía del hogar y el cuerpo cilíndrico con el haz tubular y, en el otro extremo, la caja de humos y la chimenea. A diferencia de las locomotoras, en las que la caldera se sostenía sobre un robusto bastidor, en los tractores de vapor Fowler el cuerpo cilíndrico desempeñaba esta función. Encima se situaban el cilindro (o cilindros) y todos los engranajes, poleas y manivelas que requería para su funcionamiento. Los ejes, así mismo, se situaban en los extremos de este cuerpo, y el eje posterior era el que proporcionaba tracción (las ruedas tenían un diámetro considerable, posiblemente superior a los dos metros) y el delantero se encargaba de la guía. Para el funcionamiento del tractor de vapor eran necesarios tres o cuatro operarios.

Reproducció d'una vista general del tren Renard de l'Anònima de Transports
Tren Renard de l'Anònima de Transports accidentat a Riudaura

BOLETÍN

Suscríbete a la newsletter y no te pierdas ninguna novedad sobre las Vies Verdes de Girona y Pirinexus

Suscríbete

Los Secretos de
las Vías Verdes

De los Pirineos a la Costa Brava

DESCUBRE LOS SECRETOS