Etapa Vallespir – Francia

El tramo de Pirinexus que pasa por Francia es una de las mejores experiencias en bicicleta de toda la ruta. Impregnado por vestigios históricos excepcionales y unas vistas privilegiadas, pedaleamos entre municipios como Prats de Molló o Arles de Teca, donde podemos disfrutar de la historia de estos lugares a través de edificaciones medievales espectaculares o probando su gastronomía, excepcional. Pero si lo que queremos es relajarnos, no podemos pasar por alto visitar Banys d’Arles, un destino termal ideal para disfrutar de las propiedades del agua y de la relajación que proporciona.

Ceret es un municipio conocido en todo el mundo como la capital de la cereza, pero aún es más conocido como «la meca del cubismo». Artistas como Pablo Picasso, Georges Braque o Juan Gris, entre otros, pintaron sus obras de arte en el singular chemin sublimé. Por supuesto, tenemos que acabar este paseo con una visita al Museo de Arte Moderno de Ceret. También hay que remarcar el nuevo Museo de los Instrumentos, con una exposición de instrumentos antiguos de todo el mundo.

Sant Joan de Pladecorts es otro gran destino para hacer una parada, puesto que tiene dos lagos rodeados de césped y se disfruta de un ambiente ideal para relajarse o para disfrutar de cualquier actividad lúdica. Pero si lo que queremos es seguir impregnándonos de historia, no podemos pasar de largo El Voló. En el núcleo antiguo del pueblo encontramos varios vestigios, como la Torre Quadrangular, una imponente campana de 832 kilogramos o la estatua del Petit Tambor. El friso del portal de la iglesia es una obra del maestro de Cabestany, remarcable escultor anónimo del siglo XII.

Una vez llegados a este punto de la ruta, podemos desviarnos hasta Argelers, municipio situado al límite sur de la planicie del Rosselló. Podemos visitar el bonito castillo de Valmy o la iglesia de Santa Maria del Prat. Muy cerca hay pueblos peculiares, como Colliure, Sant Andreu de Sureda o Sant Genís de Fontanes. En Morellàs podemos visitar el Museo del Corcho, que es un gran ejemplo para comprender la industria corcho-tapera que acompañó este pueblo a lo largo del siglo XX. Si nos animamos a seguir pedaleando, pasado el municipio, podemos visitar las ruinas del monasterio de Santa Maria de Panissars, construido sobre edificaciones romanas de la vía Domitia y la Vía Augusta. Por último, en Sant Martí de Fenollar podemos visitar la iglesia, de origen prerrománico, donde son notables los restos de pinturas murales del siglo XII.

Descarga el track y la guía detallada para conocer si hay alguna dificultad concreta en cada tramo, y los mejores atractivo turísticos de la zona. (enlace)