Las vías ciclables son rutas señalizadas que presentan diferentes niveles de dificultad y que no están segregadas del tráfico a motor completamente. En la mayoría de los casos, transcurren por tramos que se pueden considerar vías verdes por los niveles de pendiente, anchura y segregación, pero también incluyen tramos de carreteras secundarias o pistas y caminos compartidos con otros vehículos. Las vías ciclables permiten la movilidad sostenible entre municipios por carriles bici señalizados, y también disfrutar de rutas que pasan por lugares con un gran interés natural y cultural.